viernes, 25 de febrero de 2011

Parte intuitivo. Febrero-Marzo de 2011

Desde el día 11 de febrero no ha parado de sacudir a la tierra una oleada de energía de alta vibración que sigue estando presente y continuará estando presente hasta más o menos junio-julio, tiempo en el que se estabilizará este nuevo estado vibratorio. Como ya he comentado en otros post la energía que sustenta toda la creación está subiendo su frecuencia vibratoria y esto genera cambios a todos los niveles, cambios que nos afectan globalmente pero que los experimentamos localmente, cada uno en su propia intimidad. La vida se perfecciona así misma y el nuevo diseño humano continúa su andadura.

Tal como predecían los hindúes estamos acercándonos al final del Kali Yuga, la edad de hierro, un período en el que hemos estado inmersos durante estos últimos miles de años y que está acercándose a su final. Toda la oscuridad que ha reinado en el mundo durante todos estos años sale a la superficie y las noticias se tornan cada vez más ridículas y asombrosas. No es casual que ahora la corrupción sea noticia constante en los medios o que los sistemas autoritarios que han gobernado durante décadas en la región árabe se quiebren. La luz que está más allá de la sombra está sacando a la superficie lo más feo y bajo del ser humano. Y aunque lo que nos llame la atención sea la oscuridad no es más que un síntoma de que una nueva luz sabia y brillante está saliendo a la superficie.

Para los que están orientados hacia el desarrollo pleno de su SER este puede ser un tiempo especialmente retador. Personalmente no recordaba un período tan intenso como este desde hace más de 5 años. Lo que antes tardaba en ocurrir en un año ahora está ocurriendo en cuestión de días, de semanas y esto puede ser agotador.

Independientemente de las creencias, las posturas ideológicas y las doctrinas que cada uno pueda seguir, esta energía está acelerando procesos masivos de despertar a la conciencia mayor que nos sostiene. Es como si dentro de nosotros se activara el centrifugado y empujara hacia afuera cualquier densidad energética, sea esta emocional o incluso física para ser transmutada a la luz de nuestra consciencia. La resistencia está a la orden del día. Muchas personas con las que me he encontrado han compartido conmigo su sensación de estancamiento, de querer y no poder, de llanto incontrolable... Las memorias que traemos codificadas en nuestro campo de energía se desvelan y se liberan y nuestra conciencia parece por momentos que se dispersa. Algunos pueden sentir pérdida de memoria, pequeños lapsus donde no saben donde están, dificultad para concentrarse en una tarea, miedos, ganas de huir, agresividad, juicios que separan, pérdida de orientación... La vida está apretándonos ahora, empujándonos a ir más allá de nuestras zonas de comodidad. En momentos de tanto caos, de tanto movimiento tenemos una herramienta para sostenernos firmes en medio de la tormenta y esta es nuestra capacidad de volver al centro y concentrarnos en un sólo punto en nuestro interior. Ésta ha sido la clave de las técnicas milenarias de meditación y de respiración, la capacidad de concentrarnos en ese lugar sagrado de nuestro centro, pleno de recursos, desde dónde percibir con claridad y serenidad lo que pasa alrededor.

En el ojo del huracán estamos siempre ha salvo. Pero si nos dejamos llevar un poco hacia los bordes nos veremos muy fácilmente sacudidos y lanzados hacia el mismo caos. La técnica del centrado en el campo unificado es especialmente eficaz en estos tiempos. Durante dos veces al día podemos sentarnos cómodamente en una silla, cerrar los ojos, conectar con la respiración y llevar toda nuestra atención concentrada y nuestra intención hacia el centro de nuestro corazón, puerta de entrada al campo multidimensional de nuestra existencia. En este punto los sentidos interiores toman el mando y desde este silencio podemos escuchar el mensaje profundo de estos tiempos. Concentrarnos en nuestro aspecto más profundo nos facilita mantenernos abiertos al flujo masivo de energía, adaptándonos constantemente a este nuevo estado vibratorio. La elección siempre es nuestra.

Es importante observar hacia dónde estamos enfocando nuestra atención. Aunque la oscuridad parece que es lo único que existe en estos momentos lo cierto es que no es más que un síntoma de la luz que ya está presente en este nuevo mundo. Elegir la luz, elegir la esperanza y enfocarnos hacia ese lado nos permite observar también la oscuridad pero no identificarnos con ella. Al anclarnos interiormente en la luz estamos alineándonos constantemente con este ciclo mayor de la vida que nos sostiene. Y es lo que se nos pide. Seguir caminando aunque sea en la quietud, anclarnos en el centro mientras la oscuridad se disipa, confiar plenamente a pesar de los dramas que puedan manifestarse a nuestro alrededor y recordar que todo pasa, todo fluye, nada permanece.

El caos es necesario para establecernos en un nuevo nivel de funcionamiento. En las zonas de caos se acumula una gran cantidad de energía creativa que tiene el poder de elevarnos a nuevas zonas de estabilidad. Mantener el centro facilita esta aventura.

Sientan en el interior de sus corazones como va emergiendo una nueva cultura unificadora, amorosa y vital. Enfoquémonos juntos hacia este nuevo mundo emergente. Porque en el punto del ahora, TODOS SOMOS UNO.

Un fuerte abrazo

Jorge Santana

P.D. En el post anterior alguien mandó un comentario pidiendo información científica para "creer". Pero no dejó la manera de hacerle llegar esa ayuda pues se puso como anónimo y no dejó correo ni nada. En concreto pedía evidencias científicas sobre la existencia de Dios, etc, cosas que publiqué en el anterior post. Aquí les dejo los enlaces de dos de los científicos que he leído.